La agudeza visual de las aves
rapaces es una de sus características más famosas, tanto que incluso se ha
colado en nuestro lenguaje y cultura popular. Son muy comunes expresiones como
“¡tienes una vista de águila!” o también en el mundo deportivo se conoce el
sistema de “Ojo de Halcón”, utilizado en partidos de tenis, al ofrecer imágenes
procesadas rápidamente por cámaras que detectan el movimiento de la pelota a
altas velocidades. Todo esto por no mencionar al famoso vengador de las
películas de Marvel, conocido por el mismo nombre.
Vengadores, ¡Reuníos! |
Pero, ¿alguna vez te has detenido a pensar en la relación de estos términos con la Ornitología?
En la mayoría de los casos, el
sentido más importante de las aves (especialmente en rapaces) es la vista. Por
esta razón suelen presentar un tamaño de ojos relativamente más grande respecto
a la proporción de su cabeza. Esto es debido al modo de vida aéreo que llevan y
a los movimientos rápidos que necesitan realizar. Es más, su agudeza visual es
tal que son capaces de discriminar detalles muy finos a distancias muy
superiores a las que alcanza el ojo humano.
Precisamente, esta característica
tan llamativa suscita mucho interés en el mundo científico, no solo por su
propia singularidad sino también porque entender un sistema visual tan refinado
podría tener grandes aplicaciones médicas y tecnológicas. A continuación, os relatamos
una serie de investigaciones que se llevaron a cabo al respecto.
Recientemente se han utilizado
técnicas para analizar y comparar determinados genes que se expresan en la
retina de 3 familias de aves rapaces diferentes: Accipítridos (águilas,
buitres, etc.); Strigiformes (búhos); y Falconiformes (halcones y
cernícalos).
En cuanto a la familia de las
águilas y buitres (Accipítridos),
se analizaron y seleccionaron varios genes
que les proporcionan una gran agudeza visual. Esta habilidad destaca
especialmente en las águilas. Si te fijas en los ojos de un águila, te darás
cuenta que están más proyectados hacia delante respecto al resto de aves, lo
que les brinda un campo visual más amplio. ¿Sabías que un águila puede detectar
una hormiga en el suelo desde lo alto de un edificio de 10 pisos? Presentan una vista aproximadamente 8 veces
más potente que la de un ser humano. Son capaces de detectar a sus presas
(conejos, reptiles, etc.) a más de 3 kilómetros de distancia, teniendo además
una gran percepción de la visión del color para discriminar gran cantidad de
matices a larga distancia.
Pigargo Europeo (Haliaeetus albicilla). Fotografía tomada con telescopio a orillas del río Danubio, Rumanía |
Dentro de la familia de los
búhos, se han seleccionado y estudiado varios genes que permiten aumentar la sensibilidad de la visión con luz tenue.
En los cárabos se han encontrado genes sensibles a la luz con longitud de onda
corta (azul) y larga (rojo), siendo las longitudes
de onda principales durante el crepúsculo. Además, se ha documentado que
estas rapaces presentan un diámetro de la córnea mayor que las rapaces diurnas,
lo que puede explicar la agudeza visual
que presentan durante sus cazas nocturnas. También se ha descubierto que
esta familia ha experimentado una pérdida de genes implicados en la detección
de luz ultravioleta. Esto conlleva una reducción
de la visión durante el día.
Por otro lado, estudiando a la
familia de los Falconiformes, se han
seleccionado una serie de genes que les
permiten adaptarse a la luz con una gran resolución temporal, esencial para
la detección del movimiento. Estos
resultados concuerdan con su comportamiento, ya que son cazadores de alta
velocidad y durante la persecución de sus presas (insectos y aves más pequeñas)
van a tener que discriminar rápidamente diferencias en la luz. Al igual que en
el caso de los búhos, se han encontrado los mismos genes que conferían una visión adecuada ante los tonos del
crepúsculo. Este hallazgo es algo sorprendente, pues suelen estar más
activos durante el día, pero permite explicar por qué a veces se han registrado
hábitos de caza en horas de baja luminosidad.
Búho Real (Bubo bubo). Imagen cedida por pixabay.com |
Con este post queremos reflejar
que por muy parecidas que sean las especies, gracias a la evolución todos los
seres vivos presentamos hábitos o comportamientos para adaptarnos a nuestro
entorno. Nuestra genética nos hace diferentes, nos da identidad propia.
Para despedirnos, esta entrada se
la dedicamos a todos los curiosos, pero en especial a los amantes de la
naturaleza como nosotros. Recordad, si durante una excursión tenéis la suerte de observar una rapaz, ¡sentíos afortunados!
Pues se habrá percatado de vuestra presencia mucho antes que vosotros de la suya.
Bibliografía:
- “Retinal transcriptome
sequencing sheds light on the adaptation to nocturnal and diurnal
lifestyles in raptors” Yonghua Wu et al., 2016.
DOI: 10.1038/srep33578.
- “Birds of Prey” Benny Génsbøl.
Ed. Collins. ISBN: 978-0-00-724814-8.
- “Guía
para identificar aves por su comportamiento” Ed. Tikal. ISBN:
978-84-9928-107-0.
Interesante entrada, sobre todo el descubrir que la familia de los Falconiformes están preparados tambien para cazar en el crepúsculo, era un dato totalmente desconocido para mi.
ResponderEliminarEs muy interesante el blog y esta escrito para que cualquiera pueda seguir el tema, ánimo y espero nuevas entradas
Hola Sergio. Muchas gracias por tu opinión sobre el blog. Con cada entrada tratamos de ir mejorando y sobre todo divulgando ciencia de la manera más entretenida posible.
EliminarLa verdad, resulta muy interesante que la familia de los halcones y cernícalos hayan experimentado esta adaptación a la oscuridad porque, a pesar de que se había documentado alguna vez este comportamiento nocturno, hasta ahora no se sabía exactamente la razón y se consideraban hábitos de caza dados en ocasiones excepcionales (casos poco frecuentes). Pero, por lo que hemos visto, tal vez no sean tan infrecuentes...
Un saludo y gracias de nuevo :)
Ok un blog muy interesante. Seguir así chicos.👌👍
ResponderEliminarMuy chula e interesante la entrada 😊😊
ResponderEliminarEntrada fabulosa, especialmente para los que nos gustan las aves.
ResponderEliminarOs animo a trabajar en otro apasionante misterio: LA MIGRACIÓN DE LAS AVES
¿Genética? ¿aprendizaje? ¿necesidad vital?
Ahí queda eso......
Buenos días, agradecemos que te haya gustado la entrada y también queremos darte las gracias por la sugerencia. Sin duda alguna, es un tema muy interesante en el que todavía queda mucho por conocer, dada la complejidad que lleva intrínseca. Por ello, tendremos en cuenta tu petición y trataremos de informarnos lo máximo posible para realizar en un futuro una entrada que aborde este tema.
EliminarMuchas gracias!! :)
Gracias a vosotros. Por si os animáis a abordar el tema:
Eliminar"The Genetics of Seasonal Migration and Plumage Color" Darren E. Irwin et al. Current Biology (2016). DOI: 0.1016/j.cub.2016.06.015.
Una entrada muy interesante, es un tema del que no había leído mucho.
ResponderEliminarSin embargo, para los más científicos, queda la curiosidad de algún ejemplo de genes de los que hablas.
Buenos días. Muchas gracias por tu sugerencia. No quisimos meternos a fondo describiendo los genes que se seleccionaron en cada familia de aves rapaces para no darle mucha complejidad a la entrada y que resultara más atractiva, pero como científicos lo entendemos perfectamente. Por ello, procederemos a explicar cada uno de ellos en el glosario para que nadie se quede falto de más conocimiento.
EliminarUn saludo! :)